En primer lugar, agradecer el trabajo a nuestro guía Helmut, a pesar de los pequeñísimos errores cometidos, siempre solventados de forma eficaz.
A todos los porteadores sin excepción, por su ayuda y compromiso. Por el ánimo recibido en los malos momentos, la alegría contagiosa y el buen humor. Y por la atención siempre alerta sobretodo hacia las mujeres del grupo.
Agradecimiento más que especial a Diana, la mujer de mi vida. Con la que pretendo compartir el resto de mis días o al menos hasta que ella decida lo contrario. Por haberme demostrado una vez más, “ya he perdido la cuenta”, su fuerza y valentía, su tesón y comprensión. Una auténtica campeona.
Y como no, a mis compañeros de aventura, con los que espero vivir alguna más, aunque no sean de tal magnitud. Los incombustibles Emilio y Jaume, todo parece más fácil con ellos. Y las jabatas, Carmen y Cristina, dos pedazos de aventureras como la copa de un pino, que a pesar del sufrimiento y los malos momentos vividos, se vinieron arriba para terminar la hazaña como dos verdaderas heroínas.
Gracias a todos por dejaros embaucar. Espero, y me consta, que no olvidareis jamás esa expedición a l aventura
¡¡¡A todos ellos, mil gracias!!!
Hay muchas veces en las uno no puede, por más que lo intente, expresar o hacer ver a los demás, la idea o el concepto de las experiencias vividas. La fotografía, además de ayudar a visualizar una explicación, deja margen suficiente para desarrollar la imaginación, algo que ya no se estila demasiado en los últimos tiempos.
Eso es lo que intentaré hacer a continuación. Explicar y relatar de forma sencilla adornando con imágenes, una vivencia muy personal, una experiencia inolvidable, unos valores, una sensación pura, … y una expedición a la aventura. .... bueno, mi aventura…..porque no seré yo, quien diga lo que es o quien la defina.
Hay quien encuentra la aventura diariamente, al pasar bajo el umbral de la oficina o al pisar el dulce hogar después de una dura jornada de trabajo. Hay quien la busca continuamente y quien la intenta evitar a toda costa. La aventura inesperada y la deseada. Aventuras inolvidables y aventuras para olvidar.
Respecto a mi aventura, la que tengo necesidad de vivir y que por desgracia, siento menos veces de las que quisiera al cabo del año, empieza a originarse cuando espero sentado en una Terminal a que llegue la hora de partir. Y para explicarla, nada mejor que parafrasear al último gran explorador en vida, el Sudafricano afincado en Suiza Mike Horn; …”en esta sociedad, en el que la mayoría intenta no salirse del círculo de bienestar, que es el miedo a perder el trabajo, coche, casa, etc… me encuentro aliviado solo en esas ocasiones en las que ese circulo me queda lejos….y es cuando disfruto... y vivo la vida de verdad.... a veces se pasa mucho miedo, eso es lo que te mantiene vivo, alerta y esperanzado. El día que no tenga miedo de nada, no valdrá la pena seguir…y la aventura se habrá acabado”.
La isla de
nueva guinea, situada al norte de Australia, se compone de dos áreas o países. Papua en su parte Oriental, que es un país independiente desde 1975 y Papua Nueva Guinea o PNG en su parte Occidental, que forma parte de Indonesia.
Voy a hablar pues, de la parte que nos interesa, que es la zona Occidental, correspondiente a Indonesia.Durante la colonización Holandesa se le llamó Papua Occidental, pero el gobierno Indonesio la llamaría posteriormente, a partir de 1973, Irian Jaya (Irian Victorioso) y así es llamada en la actualidad, aunque sectores independentistas reclaman de nuevo la denominación de Papua.
El valle del Baliem, también llamado el valle secreto, está situado a 50 minutos en avioneta de la capital Jayapura y a pocos minutos en 4x4 de Wamena, situada en el centro de la Isla.
Dicho Valle, lo forma una orografía extremadamente montañosa, atravesado por el imponente rio que dona su nombre, con nieblas perpetuas que nos recuerdan a películas como Jurasic Park o King Kong.
Vestida de junglas salvajes está poco desarrollada a lo que a infraestructura en transportes y turística se refiere. Esto hace que para el intrépido viajero sea un destino único en el mundo, virgen de apariencia, con muchos rincones por explorar, poco accesible e interesante como pocos, al encontrar casi intacto un lugar que parece extraido del Neolítico, por las tierras y por quienes la habitan.
Los primeros hombres blancos que la descubrieron, a principios del Siglo XX, no salían de su asombro, pues fue todo un hallazgo para un mundo moderno que creía ser conocedor de todos los rincones de la tierra.Sin embargo el Valle del Baliem permaneció secreto a ojos del mundo hasta finales de los 40 ya que nadie se atrevía a pasar la barrera nebulosa que formaban las cumbres de dicho Valle.
Fue a raiz de un accidente aereo, cuando se atrevió la humanidad a adentrarse en esos parajes al tratar de rescatar a los supervivientes.Desde el aire se podía ver desperdigado por la zona, el tímido humo procedente de los techos de las pequeñas cabañas, de los que hasta la fecha, eran unos auténticos desconocidos.
Las tribus "prehistóricas" que habitan el valle, son los Dani, Yali y Lani. Nómadas, guerreros y patriarcales.En continuo conflicto hasta hace realmente poco tiempo, practicaban el canibalismo como rito postbatalla para adquirir la fuerza del enemigo abatido en la contienda.Cultivan la patata dulce en las escarpadas laderas del valle y el cerdo es la principal base de riqueza. Utilizado como base monetaria, para pagar multas, comprar mujeres, además de ser el alimento principal que sustenta las principales ceremonias, ritos y celebraciones.
Una aventura inolvidable, una semana de ascensiones imposibles, desdensos de infarto, con momentos de auténtico miedo, situaciones del todo inimaginables pero con la recompensa más que amortizada, de vivir una experiencia única en este planeta.
El paisaje humano es brutal, la mirada profunda de esas gentes, la anatomía rancia, los cuerpos desnudos, las fundas peneales llamadas Kotecas, los utensilios de piedra, las armas de madera y metal, el fuego, las lluvias, el olor.
La suerte que tuvimos al ser invitados por el jefe de un clan para vivir una ceremonia funeraria,....o en su defecto, casi siempre se puede disfrutar de la fiesta del cerdo, asegurada para todo aquel turista intrépido que decida adentrarse en esas tierras: Matan un cerdo con arco y flecha, y lo ofrecen al visitante cocinado al estilo tradicional, abierto en canal y cocido entre piedras previamente calentadas al fuego, acompañado de patata dulce y una especie de verdura que hace la función de ensalada, con las entrañas del cerdo hechas a la brasa.
Los juegos, ritos y ceremonias bélicas que pudimos contemplar el día de la independencia en Wamena, y la inocencia todavía sin perturbar, es sobrecogedora.
Si a veces la realidad supera la ficción....esta expedición a la aventura, supera con creces a la realidad.
Papua Baliem valley Trek - Photo-Video
