viernes, 15 de febrero de 2008

El sueño de Burano.

No sabía de tu existencia, siempre eclipsada por la belleza de tu madre Venecia, el Glamour de tu padre Lido y el Arte templado de tu hermano Murano. Llegué a ti como en un sueño, entre una mística bruma y a hombros de un vaporetto ruidoso.


Me alegré de no haber oído nada sobre ti anteriormente, al no tener ideas preconcebidas acerca de tu ser, nuestro encuentro fue virginal, como una cita a ciegas con final feliz. Te engalanaste para mí con tus trajes de color pastel. La neblina nos dejó a solas con el sol que iluminaba tu sonrisa teñida de carmín.



Paseamos y conversamos durante largo tiempo…hasta que llegó la hora de partir. Como si de un cuento extraño de hadas se tratara, la bruma volvió de la mano de una góndola traicionera y cuando me quise dar cuenta, te perdí en el horizonte.


La brújula de mi corazón ya no te señalaba, pero tus recuerdos quedarán para siempre en el refugio más sereno de mi alma.
....Desperté en un hotel de Venecia, cuando salí a la calle…supo que te había encontrado.





4 comentarios:

Anónimo dijo...

Curiosamente conozco el bar-restaurante desde donde hiciste la ultima fotógrafia, me llamó la atención ya que tenia expuestas un montón de marionetas de Birmania que el dueño desconocia su procedencia.

Ramiromartaadam

Un Saludo

juliobcn dijo...

Vaya coincidencia!!! Nosotros, después de meditar durante un rato el lugar idóneo para comer, decidimos ese....no fue de nuestro agrado del todo, pero al menos sirvió para sacar una foto :D
Era carito, eh?

Una saludo.

Anónimo dijo...

Estuve en Venecia deprisa y corriendo y aunque me gustaron los canales tal me sorprendió que puedes patear muchas calles del centro.


linóleo

juliobcn dijo...

Callejear amigo Lino, los pequeños detalles son los que valen.
Las góndolas son para los ricos y los japos... :D