domingo, 1 de junio de 2008

Singapur, explosión de culturas

Singapur es una isla localizada en la región sur-este del Continente Asiático, específicamente entre Malasia e Indonesia.



Singapur fue fundada por los ingleses en el año 1819, se unió a la Federación de Malasia en el año 1963 y obtuvo su independencia dos años mas tarde, en 1965. A través de los años se ha convertido en uno de los países más desarrollados del mundo con una fuerte y vigorosa economía, principalmente por su comercio internacional. Su puerto es uno de los más grandes y activos del mundo. Su economía depende mayormente de la electrónica y la manufactura, y se considera una "economía abierta y libre de corrupción".Una de sus grandes necesidades es el agua y la tierra. No produce la suficiente agua para sostener su consumo. Para ello necesita comprarla a Malasia y procesar el agua salada del mar. Curiosamente parte del agua comprada a Malasia, una vez procesada, es exportada a esa República. La producción de tierra es muy evidente, se rescata la misma del mar a través de rellenos en cantidades industriales.

Espacios verdes, tecnología, orden, tradición y modernidad. Vida occidental y cultura oriental viven en una simbiosis casi perfecta.

Como en una especie de tradición, intento ir a los Hard Rock Cafe que se me ponen por delante.




Los espacios verdes son particularmente esenciales en Singapur


Curiosos aspersores de agua mantenienen un ambiente fresco pese a las altas temperaturas y a la humedad relativa.


Los edificios oficiales guardan un diseño "normal" comparado con los sofisticados centros comerciales y rascacielos del Bussines center o la bahía



Su filosofía de pueblo es, "One family, many traditions" (Una Familia, Muchas Tradiciones).
Su filosofía de gobierno es, "No corruption, no crime" (No Corrupción, No Crimen).


La multa por fumar en lugares prohibidos o por tirar basura es de alrededor de los $600. Incluso mascar chicle por las calles está terminantemente prohibido.

El gran y rápido crecimiento del país se debe básicamente a su población y no ha sido obstáculo alguno, el que no todos sus habitantes hablen el mismo idioma. El 35% habla mandarín, el 23% inglés, el 14% malay, el 11% hokkien y el 6% cantonés. Desde el aspecto religioso, el 43% profesa el Budismo, el 15% el Musulmán el 9% el Taoist y el 4% el Hindú. Lo importante es que no sólo se entienden, sino que se llevan bien. Tienen claro lo que quieren y se respetan.

La puerta de entrada es su aeropuerto internacional, Changi. Impresionante y grandioso pero sencillo y funcional. El viaje a la ciudad no dura más de 15/20 minutos.

Sus calles y avenidas son amplias, limpias, decoradas con flores y bien planificadas.

Sus hoteles, como en toda ciudad importante, tiene una amplia amalgama de posibilidades. Su comercio, está localizado en las mismas calles de la ciudad a través de "centros comerciales" en las grandes avenidas. El más importante de todos es el de la Orchald Road, con una combinación entre el mercado local y el internacional. También, como no, existen las tiendas locales, donde el cliente regatea el precio con el comerciante antes de comprar. El que busca alternativas se puede dirigir al Barrio Chino o al Barrio Hindú, para vivir de primera mano otras culturas, saborear gastronomía específica o simplemente impregnarse de la esencia multicultural que brinda tan fascinante ciudad.

Little India


Mezquitas y casas Árabes



China Town


La ciudad disfruta de una nueva e inmejorable red de metro que atraviesa todo el subsuelo de la isla.


Migraciones de gente pululan de aquí para allá respetando semáforos, stops y ceda el paso con un orden y rectitud digna de mención.

Pantallas gigantes y edificios estratosféricos adornan las calles himnotizando al transeúnte.





La popular bahía de Singapur nada tiene que envidiarle a la de NY, Sydney o San Francisco.

Desde la lejanía se puede contemplar el impresionante skyline que preside la bahía.


El Riverside Point, en la desembocadura del rio, es un lugar emblemático y colorista. En la ribera del rio se compenetran los impresionantes rascacielos con una hilera de casitas de colores a sus pies, albergando restaurantes, pubs, hoteles y salas de fiestas.

Atravesando el puente que aparece en la foto encontrarás el Riverside Point


Es bella, grande y pequeña a la vez, rica, exótica, multirracial, occidental y asiática…es Singapur.

4 comentarios:

Elric dijo...

Ir a Singapur, meterte en un Hard Rock Cafe, y que pongan U2 no tiene precio macho. Qué chulada.

Anónimo dijo...

Me encantan los múltiples brazos que tienen las deidades de estos fenómenos. ¿Por qué será eso, oye?. ¿Para que hagan muchas cosas al mismo tiempo?.

He pasado un buen rato leyéndote, para variar.

Un abrazo. Pero no te emociones.

Jose dijo...

Un día tendrás que contar las reacciones de algunos locales al "atraparles" en tu objetivo.
Buenos colores.

juliobcn dijo...

*Jesús, cuanto menos es interesante. Es como sentirse en casa. Es una sensación similar a: encontrarse un catalán en la cima de una montaña, o a un compañero de colegio en una selva inhóspita.
*Opo, comentario que no valía la pena(el mío): "en occidente se le hubiera sacado provecho alguno a esa facultad, ya sabes productividades, dar vueltas a los flanes, romper huevos duros, o rendir homenaje a Onán en cualquier casita de colores luminiscentes cercana a la carretera.
*Jose "sin tilde", te cuento una. En el "barrio de los muertos" en el Cairo, dos mujeres se pusieron a gritarme de forma demoníaca por haberlas fotografiado en su casa, el revuelo fue tal, que se armó un pequeño escándalo en la calle, yo pensé que me rajaban :D o :(
Colores. Están los que son...no, repito, NO retoco ninguna foto :D