viernes, 22 de febrero de 2008

Fantasy Land, "Esencia honesta o Marketing puro".

28 de Diciembre de 2006, primera jornada. Mi sobrino Josep de la mano, entramos en Main Street, castillo al fondo, empieza a sonar música de cascabeles y comienza a nevar sobre nuestras cabezas...indescriptible, mis sobrinos no se lo podían creer...

Introducción calentita:
Siempre he pensado, que cualquier lugar del mundo vale la pena ser visitado…esté donde esté, y digan lo que digan. O al menos, no enjuiciarlo de antemano sin haber tenido una experiencia personal.

Conozco a más de uno, que por haber realizado un par o tres de “grandes viajes”, o por que se pueden permitir viajar a cualquier parte del mundo, menosprecian otros destinos igualmente maravillosos Esa es gente con prejuicios que viaja, no viajeros.

Y es que el problema no está en el destino, sino en la mente del que viaja, en su percepción de las cosas y en la predisposición a absorber la esencia del lugar, .... también en las razones principales por las cuales se ha elegido ese destino y no otro ...


Destinos denostados y menospreciados por esos viajeros de tres al cuarto como; Cuba, Rep. Dominicana, Túnez, Turquía, Marruecos, y un largo etc...edenes de sensaciones y lugares que ofrecen una amalgama de vivencias muy singulares, y que tienen la suerte de no contar con la visita de esas mentes deplorables.
A esos personajillos de mentes flacas y gustos clasistas, que se ríen de la gente que no puede permitirse el lujo de visitar esos destinos tan exclusivos, ...que les vaya bien!!!...
Puede que el lugar que voy a citar a continuación, no esté en la línea de recomendaciones que habitan en mi filosofía de vivistas obligadas o al menos imprescindibles. Pero me quiero desmarcar de la gente con pensamientos baratos, prejuiciosos y elitistas...y es que la sonrisa de mis sobrinos, se comieron con patatas los prejuicios.


No me critiqueis todavía*...




El mundo como en los sentimientos, está lleno de contradicciones. Si obviáis por unos instantes el capitalismo más extremo, al marketing más abrasivo, el merchandising por excelencia y el imperialismo Yanki, e imagináis el origen sincero en la chispa del corazón Disney, si es que alguna vez fue así de desinteresado, veréis claramente la ilusión verdadera en la cara de los niños y en la de los que no lo son tanto.
Eso vale más que todo el oro del mundo, o sino que se lo pregunten a mis sobrinos o a cualquier niño de los que allí ví. Tampoco es demagogia cuando digo, que no me habría hecho más ilusión en esta vida, que haber visto las caras de los niños que conocí en un orfanato cerca de Arusha (Kenia) o en un pobre poblado de la rivera del lago Victoria, entrando en ese país de ensueño, abierto de par en par solo para el disfrute de los niños occidentales....inviable.
Aclarar por supuesto, que mi mundo de ensueño no tiene nada que ver con el que creó el señor Walt Disney.


*... Soy consciente de las críticas que giran en torno al mundo Disney, de ahí la contradicción. Yo tampoco soy muy partidario de ese mundo, digamos...tan artificial.



Por más que intentes explicarle a alguien el sentir, cuando disfrutas de ese lugar acompañado de esos "locos bajitos", nunca llegará a hacerse una idea aproximada de la realidad ...o de la sensación irreal que experimentas en cada una de la jornadas, en cada una de las atracciones







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