domingo, 7 de noviembre de 2010

Berlín

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Había oído hablar de ti. Había leído sobre tu triste pasado. Había escuchado canciones que te nombraban y te había visto emocionado en multitud de películas. Pero nada como pasear por tus calles, disfrutar de tus silencios y percibir tu aliento.
El destino quiso que la primera nevada del año nos cogiera frente a la puerta de Brandenburg. Cuán Gene Kelly de pacotilla, y después de un sonoro silencio, empezamos a chapotear obviando el juicio, la sensatez y la prudencia que nos otorga la edad. Era un momento especial, casi soñado, sólo me detuve un instante para fotografiar a un puñado de militares que parecían haber viajado en la máquina del tiempo para situarse frente a la puerta de lo pretérito, del ayer. Mágico, hasta que los huesos comenzaron a percibir el frío intenso eludido hasta el momento, instante en el que la noche se hacía más evidente. Mientras volvíamos a callejear, postulé mi momento esencial, mi música y yo. El crujir de la nieve bajo mis pies retumbaba en mi cerebro mientras sonaban los primeros acordes. La película de lo vivido se entrelazaba con el pasado conmovedor, la noche, las luces de neón, mi canción favorita, los graffitis de Kunsthaus Tacheles, las miradas de los transeúntes, el deambular de los Trabant y la brisa helada.



U2 - Stay






La vida no es más que la fuerza y la actividad individual por la que un ser que ha nacido crece, se reproduce y muere cuando esta cesa. Cuando esa fuerza colectiva se concentra y se canaliza en el poder de una sola persona, la masacre y la tiranía formará parte de nuestras vidas, entrará sin llamar, arremeterá contra todo y el tratado de la esperanza se volverá una utopía. Recordemos para olvidar. Nunca he visto un campo de concentración de nuevas ideas tan maravilloso como en Berlín, adoro Berlín.



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Con Berlin me pasa un poco como con París. Me atraen, es un sentimiento extraño de pertenencia... la verdad.

No es que diga 'oy, cómo me gusta, ooh', sino que escucho hablar del Montmartre por ejemplo y me empiezan a temblar las patejas. Vale, no tanto, pero ya me entiendes.

Abra+zotes

Anónimo dijo...

El opositor chuflero no sabe loq ue dice. París se mea y defeca en todas las ciudades del mundo.

Anónimo dijo...

Hombre, TheJoseTree!!! seamos respetuosos. Puede que tengas razón, pero a mi me dan a escoger ahora mismo dos pasajes de avión, y me voy de cabeza a Berlín, seguro. Por un montón de razones que me costaría un buen rato enumerar...:)
Sr. Opo, totalmente de acuerdo. Aunque yo me quedo con Berlín, mañana cambiaré de opinión, seguro. Sobretodo por los manjares que me hinco en París, la madre que parió, que buen queso, que buen foie, que magret, que caldos, que croinssants....:D

Juliobcn

Anónimo dijo...

Aún no he ido a Berlin. Haber ido en aquellos finales de los 80 principios de los 90 debió ser fascinante. Qué tal la isla de los mega Museos? Me apasiona sin haber estado.

Anónimo dijo...

El anónimo anterior soy yo. El mendas.

juliobcn dijo...

Hola mendas.
Cinco museos cinco,..y no haré pareado alguno :)
No te diré nada acerca de ese patrimonio de la humanidad tan excepcional, así te verás obligado a viajal...viajal, viajal, viajaaaal.
Decirte que esculturas de Botero presiden dichos museos en la plaza central y en la puerta de Brandenburgo...ya tardas :D

linóleo dijo...

Yo soy un berlinés.

María dijo...

Ah Berlin, cómo me gusto. Voy a volver y en breve, que luego nunca se sabe....
Tus esencias siempre son especiales.
Un beso

Mar dijo...

me he "reemocionado" al leerlo. voy a volver en unas semanitas :)
opositor, a mi lo de las "patejas", de momento sólo me pasa con París. pero me tiemblan muchísimo! :D

juliobcn dijo...

Hola Mar!!
Siempre es buen momento para volver ..., un fin de semanica ahora no me iría mal ... ummmm!!:D

Besicos