miércoles, 1 de octubre de 2008

Wycliffe, Humans also Welcome

___________________________
Si deseas con todas tus fuerzas experimentar un encuentro en la tercera fase, tu lugar es Wycliffe Well. Fue considerado como uno de los lugares más importantes en avistamientos ufológicos del mundo. Vamos, que la actividad marciana es tan común y periódica aquí, como los sonoros despegues en el Prat de Llobregat. Que la interrelación espacial es tan normal y regular en este lugar, como la conversación cotidiana con el panadero del barrio.



Curiosamente, los avistamientos empezaron a sucederse después de la segunda guerra mundial, cuando el ejército se quedó en Wycliffe Well, manteniendo las instalaciones, cultivando hortalizas y con poca faena.

Aclarada ya la poca credibilidad del asunto, un pintoresco cartel te da la bienvenida con las siguientes palabras: “ Welcome to Wycliffe Well, UFO capital of Australia”. Vamos, para descojonarse de la risa, pero para disfrutarlo...
_________________________________

Es una legendaria y pintoresca parada en la interminable y emocionante Stuart Hwy, (autopista que cruza de Norte a Sur el sofocante centro rojo australiano) lejos de todo y cerca de la nada.


El espacial Roadhouse ofrece gasolina a los sedientos e inmensos Trucks, y cerveza fresca a los polvorientos camioneros y viajeros que se aventuran a vistarla. Presenta una de las mayores selecciones de cerveza de todo el país, hospedaje, un tétrico museo de muñecas de todo el mundo, recortes de prensa de avistamientos, para que te lo creas un poco más y un cielo nocturno asombroso en medio del desierto, en el que buscar pacientemente a los pequeños hombrecillos verdes.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué jevi, macho. Iba a replicarte sobre el mensaje que me has dejado de la damisela y el ascensor... pero no puedo, de verdad. Ésto me ha dejado completamente a cuadros.

Roto estoy.

juliobcn dijo...

Jevi? Por qué? Los marcianitos conviven con nosotros desde principios del S.XX. En los dibujillos de la tele, en cómics, en peliculicas, en jueguecillos, en las pegatinas de los pastelitos...hasta en la cabecita de algunos alumbraos, llámale Iker, fíjate tú. :D
Ahora en serio, el lugar es peculiar y asombroso.